Cantando me eh de morir, cantando me han de enterrar, cantando me eh de ir al cielo o al infierno quizas

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viernes, 9 de octubre de 2009


El era un fabricante de mentiras, el tenía las historias de cartón. Su vida era una fábula de lata sus ojos eran luces de neón. Y nunca tengas fe que sus mentiras puedan traer dolor.  Ella era una típica inocente zapatos negros, medias de algodón que sólo era feliz en el colegio, que nunca tuvo en su piel amor. Inútil es decir que lo que le dijeron lo creyó.  Querrán saber el fin de nuestra historia, algunos lo podrán imaginar, la niña que sin pena y sin gloria perdió sus medias y su castidad.  Preciso es condenar al que se burla de nuestra moral. Pero hay alguien que nadie puede explicar: por qué la niña ríe en vez de llorar?