¡Cuánto tiempo llevaba asi? Quizás nunca se había dado
cuenta tanto como ahora, que su vida nunca iba a ser igual a los demás pares. Por
más que intentara, nunca formaría parte de eso. Cada vez que intentaba ser ‘normal’ se lastimaba, le sangraban las manos,
le sangraba el alma.
Después de muchos intentos fallidos se dijo que esta vez sería
la última. Tenía que cicatrizar su caballo de fuego interior. Le habría exigido
cosas inhumanas, le había exigido que se venda, que sea todo eso que nunca
seria. Siempre supo y tenía en mente que no podría formar parte de eso, de ese
todo, del montón. Se dio por vencido, ya no intentaría ser una fama, y se acomodaría
en su rol de cronopio.
Muchas veces este cronopio intento llevar una vida `similar’
a la de su entorno; hasta hubo veces que se parecía, te confieso. Pero en
realidad, cada vez se parecía mas a esa cosa, se alejaba se su esencia, se
alejaba de esa pequeña criatura que era; y no son pocos los efectos que esto le
producía. Se daba cuenta que estaba atándose, oprimiéndose sus alas, o creo que
casi cortándoselas.
Hubo tormenta y lluvia helada en sus ojos.
…Y si en realidad, el destino ya estaba marcado, y si
todos esos intentos por ser similar a sus pares nunca funcionarían, porque
definitivamente su destino no era ese?..
Había días que el cronopio sufría intensamente estar en contacto, piel con piel,
con esa sociedad tan diferente, en un entorno tan extraño , otros días se divertía
intentando homogeneizarse con sus pares.
Le ponía algo triste encontrar tan pocas personas “parecidas” a él-
tenia un día bueno y otro de terror.
…y aunque sigue
buscando su centro, su equilibrio, su orilla tranquila, se va adaptando al
mundo, va encontrando el placer de estar vivo. Bueno, convengamos que ese “se
adapta” es muy relativo.
Convengamos que nunca le intereso mucho formar parte de
sus pares.
Convengamos que este cronopio esta desplazado de su
quicio.