se quedó un rato mirando sus manos. y se
preguntó cómo es que podían verse tan calmadas, tan felices y sentirse tan
cansadas, como si hubiesen cargado algo durante años y años.
alzó los ojos y miró la pared que tenía frente a él. dejó de pensar en sus manos y comenzó a caminar.
desde entonces no ha querido detenerse, no ha vuelto a preguntar nada sobre sus manos y, desde ese momento, se siente menos solo.
alzó los ojos y miró la pared que tenía frente a él. dejó de pensar en sus manos y comenzó a caminar.
desde entonces no ha querido detenerse, no ha vuelto a preguntar nada sobre sus manos y, desde ese momento, se siente menos solo.